Quiero ser completamente sincero contigo, desde que me empecé a adentrar en lamúsica profesionalmente, mi apreciación y magia no es la misma que sentía antes al escuchar una canción por primera vez.
¿Te ha pasado esto? Me imagino que sí. (Es horrible)
Por mucho tiempo me pregunté: ¿Cómo es que puedo hacer para desentenderme de mi conocimiento musical y escuchar la música cómo cualquier fanático neófito en la materia?
La verdad es que es prácticamente imposible. El conocimiento adquirido y mi forma de analizar la música ya la tengo muy dentro de mis venas y es algo con lo que tendré que vivir por toda mi vida.
Pero esto no significa que no pueda disfrutar la música, simplemente la disfruto de una forma diferente. El problema está en que muchas veces esta forma de entender la música me lleva a muchas problemáticas a la hora de mezclar.
Por eso aquí te quiero explicar la diferencia de mezclar con mentalidad micro y no macro.
La mezcla micro
Aquí te revelo otra de mis grandes problemáticas, y sin duda problemática de muchos otros ingenieros de mezcla.
Podemos pasar horas y horas enfocándonos en el procesamiento de un sonido en específico; kick, tarola, guitarras, overheads, etcétera y el tiempo vuela y se nos va rápidamente.
De pronto, para cuando acordamos, nuestro tiempo efectivo de trabajo lo gastamos completamente en muy pocos elementos que al final, pueden pasar desapercibidos por el escucha promedio.
Recuerda, cuando mezclamos, no mezclamos para los ingenieros de audio, mezclamos para las masas, y a las masas les importa un comino el sonido específico de un elemento, además, jamás lo escucharán en solo.
Ahora, no estoy diciendo que no sea importante enfocarnos en conseguir un buen sonido elemento por elemento, porque al final sí importa en el resultado final, pero siempre teniendo en mente el bosque completo y no solamente los árboles.
Y aquí es donde entra el otro tipo de mezcla.
La mezcla macro
La mezcla macro para mi gusto es en la que todos los ingenieros de mezcla
deberían enfocarse. Es esta parte la que a final de cuentas importa para cualquier fanático fuera de la industria musical.
La forma de escuchar normalmente la música para cualquier fanático es la siguiente:
¿Me gusta la canción y me despierta algún tipo de emoción? Sí, entonces seguiré escuchando.
¿No me gusta? NEXT.
Así de sencillo. Entonces nuestra forma de pensar a la hora de mezclar no tiene porque volverse tan complicada. Nuestro objetivo final siempre debe de ser el poder transmitir emociones a través del sonido.
Si nos enfocamos en solo varios elementos por si mismo sin pensar en la imagen completa, esas emociones jamás transmitirán.
Probablemente la mezcla pueda sonar bien técnicamente, pero no llegará a muchos lados porque lo que mueve son emociones y no formas técnicas.
En resumen
Así que si en algún punto sientes que estás atorado en cualquier parte de la mezcla, probablemente sea porque estés muy enfocado en la mezcla micro y estés olvidando la mezcla macro.
Que tu evaluación final siempre sea: ¿Realmente me mueve esta canción emocionalmente?
La respuesta siempre tiene que ser sí. Si no, entonces hay que evaluar el por qué no y hacer los cambios necesarios.
¿Alguna vez te haz quedado atorado en la mezcla micro y haz perdido la mezcla macro? Comenta al respecto.
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